sábado, 13 de agosto de 2016

Ni una menos vs. Nadie menos


Hace unos días vi en las noticias que el loco calato* que arrastró de los pelos a su enamorada en un hotel de la ciudad de Ayacucho salió libre gracias al fallo de una jueza (mujer se entiende). Días después ocurrió que otro hombre, que reventó a golpes a su mujer con un ladrillo por ponerle mucho picante a la comida, quedó en libertad porque la víctima retiró los cargos, ¿la razón? Ella dice que no puede quedarse sola con cinco hijos, que lo necesita. 


Me pregunto si algo tendrá que ver en su actitud que la gente tararee en el transporte público canciones como:
"sácame la vuelta pero no me dejes...
Unos me dicen pisada,
otros me dicen que tonta,
pero eso a quien le importa,
si todo es por amor. "

(Youtube: LLEVAME CONTIGO - CORAZON SERRANO)

éxito musical compuesto e interpretado por una mujer. Así como era mujer la malamadre que mató a sus dos hijitos varones dándoles gaseosa con raticida por un ataque de celos hacia la pareja infiel. Viene a mi mente también la pobre niña Pierina, asesinada luego de agonizar en un colchón sucio en el piso luego de ser violada con un palo de escoba y tener los labios cocidos, todo perpetrado por su propia madre. Para mi desde luego ese es el caso más macabro de violencia doméstica en la historia de nuestro país. Y por más que trato de ver estos ejemplos desde todos los ángulos, no logro ni echarle la culpa exclusiva de la violencia al sexo masculino ni ver a la mujer como víctima. En todo caso hay un empate técnico que nos dice que ambos sexos son capaces de cometer aberraciones como estas sin distinción. ¿Será porque ambos somos humanos? Duuh...
La ideología de género afirma que al no nombrar literalmente a un grupo humano, se lo está excluyendo e invisibilizando. Por ello han desatado la detestable moda de hablar usando "las y los...", "ciudadanas y ciudadanos", etc. (no vaya a ser que una escuche "todos los peruanos tienen derecho a recibir 10mil soles" y se sienta excluida). Sin embargo existen instituciones públicas donde -en teoría- podemos acudir todos los que somos víctimas de la violencia sin distinción de sexo: Los famosos CEM - Centros de Emergencia Mujer cuyo nombrecito el estado no considera sin embargo que "invisibilize" al hombre, a pesar pesar de que el 12% de las víctimas que acuden ahí por ayuda son varones (Ver cuadro).
Casos atendidos por los CEM según sexo de las víctimas

Otro argumento feminista dice que se ha normalizado la violencia hacia la mujer gracias a los mensajes que lanzan los medios de comunicación. Sin embargo estoy viendo un capítulo de mi serie favorita donde la actriz Teri Hatcher le da un rodillazo en los testículos a un personaje masculino que boicoteó sus planes, todo en un contexto de la trama que te dice "Bien hecho, se lo merecía". O vayamos al recentísimo anuncio de FIAT donde golpear a la pareja sentimental simboliza empoderamiento en estado puro si la agresora es una mujer. Haz un ejercicio mental e imagina que los sexos se invirtieran en esa publicidad:



Hoy se realizará en Lima la marcha ‪#‎Niunamenos‬ en contra de la violencia contra la mujer, evento calcado al milímetro de aquella nefasta marcha en Argentina donde se usó como caballo de Troya un fenómeno tan lamentable como la violencia doméstica para desmenuzarlo de manera unidireccional y por sexo, y que sólo sirvió de excusa para que los lobbies feministas y abortistas mostraran las tetas con frases instigadoras a la violencia como "muerte al machote" o "verga violadora a la licuadora", sin contar con el clásico "críalo marica" dirigido a todas las madres de varones. Todo ello en el contexto de la apología al aborto libre, práctica infame en el que el 50% de los seres humanos asesinados serán bebés hembras.

Ni una Menos - Argentina
En un país como el Perú donde más del 20% de la población padece alguna enfermedad mental, las razones de tanta violencia entre personas con lazos de afinidad y consanguinidad deberían buscarse por otro lado, sin victimismos, sin clichés y sin sexismo. Sí, sexismo que pone siempre como maltratador a una figura masculina y víctima a una figura femenina. Imaginemos cuantos niños masacrados a diario por sus madres reciben el mensaje en figuritas impresas por el Ministerio de la Mujer (y "poblaciones vulnerables", por si alguien duda de que somos intrínsecamente débiles) donde se ve la figura femenina victimizada y al hombre con el puño en alto:

El Ministerio de la Mujer y su propaganda por la igualdad

Por esta y muchas cosas más es que NO APOYO la iniciativa "Ni una Menos". Creo firmemente que las agresiones contra la integridad y dignidad de las mujeres, los niños, los hombres, los ancianos y los seres humanos por nacer, en nuestro país y el mundo entero, no parten de una lucha de sexos ni de un siniestro plan "patriarcal" tejido en las sombras tal como lo afirman las feministas. Proviene en gran parte de la baja autoestima, de la ignorancia supina y de la pérdida del valor a la vida. Sumado todo esto a un sistema judicial que no le hace ni le ha hecho nunca justicia a ningún peruano (o peruana).

Por último, soy mujer y por lo tanto:
- No, no pertenezco a un grupo "vulnerable". Tengo la misma capacidad que cualquier ser humano de aprender algún arte de defensa que me haga tan letal como me lo proponga.
- No, no necesito una cuota de género para obtener el puesto de trabajo o la plaza académica por la que compito con otras personas. Para eso tengo mis aptitudes académicas e intelectuales. No necesito de ayuditas por ser del sexo que soy, eso me ofende.
- No, no necesito un ministerio especializado que se haga cargo de mis problemas sociales exclusivamente por mi género. Ser mujer no define la naturaleza de mis problemas ni me pone automáticamente en el bando de las víctimas. Exijo que el aparato judicial de mi país sea eficiente y preocupado para todos los ciudadanos por igual.
- No, no necesito que inventen una figura delictiva especial para mí. Soy parte del género humano en igualdad con el varón, por ello si me asesinan será un HOMICIDIO, no un "feminicido". Necesito que las leyes ya existentes y sus agravantes, que castigan los actos contra la vida de cualquier persona, sin distinción de sexo, se cumplan eficazmente para que los homicidas paguen como es debido.
- No, no soy una víctima de los hombres ni del llamado "patriarcado". Soy víctima de una sociedad que arrastra taras mentales y violencia en todas sus formas, y cuyos artífices son tanto hombres como mujeres. Exijo políticas de salud mental que satisfagan a un país de 30 millones de habitantes.
- No, no necesito el aborto libre subvencionado y despenalizado por el estado. Exijo que esos recursos pensados para el fin de terminar con una vida se usen para salvarla y darle la oportunidad de una familia optimizando las leyes de adopción, invirtiendo en albergues y orfanatos donde la dignidad de esos niños que aguardan por una familia sea respetada.
- No, no soy una víctima ni una especie aparte. Soy la mitad de la población humana de este planeta. Tengo tanta responsabilidad como el varón de lo bueno y lo malo que le pasa al mundo
- Y no, no soy feminista.

#NadieMenos